Sara y el mar

Justo cuando Sara le empezaba a coger el gusto, llegó un golpe de mar y la ola la zapateó varios metros por la playa. Me apasiona el mar, pero ese día, durante unos momentos interminables de angustia, lo odié. Curiosamente, una de las cosas que se me pasó por la cabeza mientras agarraba a Diego viendo cómo Puri corría tras lo poco que se veía de ella, envuelta en la ola, fue que yo quería ponerle de nombre Mar.

Afortunadamente el tiempo y las fotos transforman algunos malos momentos en recuerdos con los que acabamos echándonos unas risas.